PROPUESTA DE ITINERARIO
5 días: 2 días en Friburgo + 1 día en la región de Markgräflerland + 2 días en Basilea
Ruta:
Friburgo – Weil am Rhein (aprox. 1 hora y 40 minutos en coche o 50 minutos en tren)
Weil am Rhein – Basilea (aprox. 15 minutos en coche o 25 minutos en tren)
Infórmese sobre las normativas de viaje aplicables en su región.
Por cierto: con nuestra opción de modificación flexible de reserva, dispone de todas las opciones, ¡incluso si sus planes cambian de repente!
DE VISITA POR LA CIUDAD
Digital. Lo mejor para recorrer el casco antiguo es ir a pie, ya que está cerrado al tráfico. Quienes deseen tener una pequeña ayuda para orientarse, encontrarán algunos puntos de referencia en la app Recorrido por Friburgo. O también puede sumergirse en el pasado de Friburgo mediante las fotos históricas que podrá ver en más de 100 localizaciones. Con la app Viaje en el tiempo por Friburgo es posible.
Intuitiva. También puede dejarse llevar: desde nuestro Motel One solo tiene que seguir recto y ya estará en el centro de la ciudad, en la fuente Bertoldsbrunnen, la cual divide la ciudad en cuatro partes. Aquí se cruzan todas las líneas de tranvía y la calle comercial principal, la Kaiser-Joseph-Straße o Kajo, como la llaman los habitantes de Friburgo. Desde aquí llegará rápidamente al ayuntamiento antiguo y al nuevo (a las 12:00 del mediodía podrá escuchar el carillón), o también a la Puerta de Martín y a la Puerta de los Suabos.
Haga lo que haga: ¡abra bien los ojos! Y es que la red de arroyuelos de Friburgo, un ancestral sistema de canales del siglo XIII, recorre con sus 15,5 km todo el casco antiguo, aportándole a la ciudad ese encanto sureño. La leyenda dice que quien se caiga en un arroyuelo, se casará con alguien de Friburgo...
LLENA DE SABOR
Una visita obligada es la del Mercado de la plaza de la catedral (lunes a sábado, de 7:30 a 13/14:00 h). Este emblema de Friburgo se caracteriza por el colorido ajetreo de los puestos, con su fruta, verdura, flores, obras de arte y demás productos regionales y exóticos. Y, por supuesto, no puede faltar la Lange Rote, la salchicha legendaria de Friburgo. Los vegetarianos no tienen que preocuparse, porque hay una gran oferta.
Un consejo de los expertos: aquí encontrará la mejor tarta de queso del mundo, en «Stefans Käsekuchen» (martes a sábado, de 8:00 a 14:00 h).
MARAVILLOSAS VISTAS
Majestuosa. Si desea ir desde el centro de la ciudad a la naturaleza y, además, tener unas de las mejores vistas de Friburgo y de su entorno, tiene que subir al monte Schlossberg. Para su comodidad, puede tomar el funicular del monte Schlossberg, que sale de los jardines de la ciudad y le dejará directamente en el restaurante Schlossbergrestaurant Dattler, desde cuya terraza podrá contemplar las vistas panorámicas de Friburgo y la Llanura del Rin, disfrutando de una auténtica Tarta Selva Negra y mucho más. Los deportistas suben un poco más hasta la torre del monte Schlossberg.
Elegante. Desde la azotea del bar-restaurante Skajo podrá disfrutar de una puesta de sol como nunca antes la había visto, con vistas a toda la ciudad de Friburgo, al monte Schlossberg y, a veces incluso, a los Vosgos.
A LA CALLE
La zona del Dreisamtal a las puertas de Friburgo (15 minutos en coche o 25 minutos en transporte público de cercanías) ofrece tantas rutas con distintas dificultades para ciclistas y senderistas que podrían pasar días, semanas e incluso meses en la bici. ¿Acepta el reto?
El Schauinsland, el monte de Friburgo, con sus 1283,9 metros de altura (35 minutos en coche o una hora y media en transporte público de cercanías), puede conquistarse con el teleférico, a pie (unas 4 horas) o en coche. Al llegar arriba disfrutará de una vista panorámica de 360º de Friburgo, de la Llanura del Rin, de los Vosgos franceses o incluso, cuando las condiciones climáticas lo permiten, de los Alpes Suizos. En caso de mal tiempo, también puede visitar el Museo Bergwerk. Para variar un poco, durante las rutas exteriores de Escape de la empresa Berggeheimnis, los detectives aficionados podrán resolver misterios al aire libre, incluso directamente en el monte Schauinsland.
El Kaiserstuhl, la cordillera al norte de Friburgo, se extiende sobre una superficie de aprox. 100 kilómetros cuadrados con 16 espacios naturales protegidos. La comunidad de Ihringen es considerada la zona más cálida de Alemania (25 minutos en coche o en transporte público de cercanías). Esta zona es maravillosa para pasear entre viñedos, tomar algo en alguna de sus numerosas tabernas de temporada o dar una vuelta en bici a lo largo del Rin, atravesando el Kaiserstuhl, pasando por la zona viticultora de Achkarren (donde le espera el museo de viticultura del Kaiserstuhl), hasta llegar a Oberrotweil (duración aproximada de 3 horas).
La Selva Negra se puede descubrir con una caminata por la Garganta de Ravenna con su histórico puente de arco en Hinterzarten. ¡Bien fresquito, sobre todo en verano! ¿O qué le parece bañarse en los cercanos lagos Titisee o Schluchsee (a unos 50 minutos en coche o 1 hora en transporte público de cercanías)? También puede visitar la Cascada Todtnauer, una de las cascadas naturales más altas de Alemania, patrimonio nacional desde 1987, y que cae desde una altura de 97 metros entre las localidades de Todtnauberg y Aftersteg.
Y, por supuesto, lo que no puede faltar es una parada en el taller de relojes de cuco en Schonach (1 hora en coche o 2 horas en tren), del que también proceden los relojes de nuestro Motel One Friburgo.
Clima suave, mucho sol y un paisaje pintoresco: sin duda, el camino es el destino. El trayecto a Basilea a través de la «Badische Weinstraße», la ruta vinícola de Baden, ofrece sobre todo una cosa: viñas y su oro líquido. Aunque también los senderistas, historiadores, amantes de la naturaleza y apasionados del diseño deberían tomarse un tiempo aquí.
- Aires de la Toscana: puede recorrer la Badische Weinstraße siguiendo directamente el río Rin, o bien puede elegir una de las rutas alternativas que le llevarán al corazón de la región del vino, como por ejemplo, una excursión por Markgräflerland. Aquí crecen, entre otras, las vides de las variedades Grauburgunder, Gutedel y Müller-Thurgau, que pueden catarse en las numerosas tabernas de temporada de las localidades viticultoras. Pero no olvide pedir un acompañamiento que esté a la altura: la cocina de Baden es una fusión única de influencia francesa, suiza y alemana. Después de reponer fuerzas, podrá volver a ponerse en marcha y explorar los innumerables castillos y palacios o descubrir el trasfondo de la viticultura en la excursión panorámica de la ruta enológica en el municipio de Ballrechten-Dottingen.
- ¡Viva la Vitra! El Vitra Design Museum se encuentra entre los museos de diseño líderes de todo el mundo, y resulta extremadamente llamativo con solo mirarlo desde fuera. Pero le aconsejamos que no se pierda el interior: las exposiciones cambiantes iluminan una amplia variedad de perspectivas sobre el desarrollo del diseño internacional, desde ayer hasta hoy.
CULTURA SIN LÍMITES
Exposiciones (en exteriores). Basilea se considera la capital del arte y la arquitectura de Suiza, con multitud de obras expuestas en espacios abiertos y de acceso gratuito. Para una ruta artística con Picasso, Borofsky, Tinguely y demás es recomendable empezar en la Theaterplatz con la fuente Tinguely (o Fasnacht). A escasos metros se encuentra la intersección Richard Serras, a continuación la Gran Escalera Lunar o Große Mondleiter; en Heuwaage encontrará un gallo de colores adornando la fachada de un edificio, aunque en realidad es un basilisco, el animal heráldico de Basilea. Aquí encontrará dos propuestas para pasear por las obras destacadas del arte y la arquitectura de Basilea.
Arte urbano. En los últimos años se han habilitado cada vez más superficies en Basilea para los artistas del grafiti y su arte urbano. En la Gerbergässlein se esconde probablemente la obra de arte urbano más famosa del casco antiguo de Basilea, pero queda mucho más por ver: en la Steinenbachgässlein, el pasaje subterráneo de Heuwaage, en la estación central...
¡AL AGUA, PATOS!
Natadar en el Rin, el hobby por excelencia de los basilienses. Es tan fácil como entrar en el Rin por las zonas señalizadas y dejarse llevar (¡cuidado con las boyas!). P. ej., se puede entrar por el museo Tinguely y salir un poco antes del puente doble Dreirosenbrücke. ¿Y qué hacer para transportar sus objetos personales sin que se mojen? ¡Fácil! Con la bolsa Wickelfisch. Y si prefiere algo más cómodo, cruce el río con un trayecto en ferry en una de las cuatro embarcaciones que conectan el barrio de Kleinbasel con el de Grossbasel.
¡¿Desconectamos?! En la Kraftwerkinsel podrá dejarse llevar, tomar el sol, jugar a la pelota e incluso practicar paddle surf.
No hay dos sin... El triángulo fronterizo en el que convergen Alemania, Suiza y Francia se puede disfrutar en una ruta por el Rin o se puede bordear a pie, para que pueda llevarse un poco del ambiente playero tropical entre las palmeras y hamacas del Sandoase.
UNA AUTÉNTICA PRECIOSIDADEl mejor fondo para las fotos. En el Oberer Rheinweg, una de las zonas residenciales más solicitadas, encontrará viviendas históricas de ensueño, en colores pastel y cubiertas de hiedra, ideales para cualquier cuenta de Instagram & Co. ¿Quiere más lugares para sus selfies? Basilea los tiene.
St. Alban. El barrio más distinguido de Basilea le espera con sus villas y viviendas urbanas en el sudeste de la ciudad. Al pasar por aquí sentirá el encanto de la antigua Basilea. Antiguamente, y también en la actualidad, fue el lugar de residencia de las familias más pudientes de Basilea. También podrá contemplar el último resto del antiguo muro de la ciudad.
Florecer. Eso es exactamente lo que puede hacer en los Jardines Merian. Le esperan 18 hectáreas de superficie con plantas ornamentales, arriates, jardines de plantas útiles, un jardín inglés histórico... En pocas palabras, un jardín botánico distinto que está abierto todos los días y además es gratis.
PERSPECTIVA
Plataforma. Detrás de la Catedral, desde la región del Pfalz, se tienen unas vistas magníficas del Rin y del barrio de Kleinbasel. Una escalera empinada conduce hasta un ferry que navega sobre el Rin sin motor.
Hora del aperitivo. ¡Pero a vista de pájaro! A 105 metros de altura, concretamente en el Bar Rouge de la Messeturm. El bar más alto de la ciudad le regala unas vistas impresionantes con cada cóctel.
Fotos: © Basel Tourismus
¿Quiere cambiar de planes? Con nuestra opción de modificación flexible de reserva, tiene todas las puertas abiertas.
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