...en Motel One NÚREMBERG-PLÄRRER

“El espacio, la última frontera”. Vale, no estamos en el espacio, sino en Núremberg, más concretamente en el Plärrer. Pero si mira al interior de nuestro Motel One, podría creer que acaba de girar por el tercer cometa a la izquierda hacia una galaxia lejana. ¿Quiere saber por qué nuestro diseño de Núremberg parece tocar las estrellas? Porque justo al doblar la esquina está el planetario Copérnico. Para que recuerden lo aprendido en la escuela (que puede que haya quedado en el olvido): En 1543, Nicolás Copérnico causó una revolución con su teoría del modelo heliocéntrico, en la que afirmaba que el centro era el sol; este hecho supuso las bases de la astronomía moderna. Es un pequeño homenaje interior con el que queremos demostrarle que usted, nuestro huésped, está en el centro.

Desde el mostrador de recepción sentirá que se eleva a un universo lejano gracias al estilo con toques dorados, a las maravillosas “Wonder” lámparas de cristal en forma de cometa y a los murales de brillo galáctico.  Disfrutará de la compañía de astronautas, satélites y naves espaciales, que le acompañarán por la vía láctea hasta llegar al bar. 

Las lámparas de Quasar de filigrana evocarán una noche bajo un cielo estrellado. No se sirven alimentos de astronauta, sino bebidas que le darán alas para poder levitar bajo los reflejos luminosos del techo. ¡Pero no se preocupe!

En el lounge le garantizamos el suave aterrizaje con sofás futuristas de Moroso, cómodos sillones de Baxter y la pieza clave de Motel One, el Egg Chair, con un brillante traje de estrellas. Desde aquí tiene una vista excelente de las lámparas “Melt” de Tom Dixon, que nos recuerdan a los astros brillantes. El avistamiento de ovnis está asegurado gracias a nuestra extensa selección de ginebras o a las lámparas “Chrona” de Graypants que flotan alrededor.  Cuidado, no vaya a faltarle la tierra bajo los pies: caminar sobre las alfombras Jan Kath con sus artísticos dibujos espaciales es como pasear sobre un remolino de estrellas.

Sobre nuestro escritorio, Nicolás Copérnico le mirará por encima del hombro. A su alrededor descubrirá algunas de sus fórmulas y sus dibujos históricos, que pueden darle el empujoncito que necesita para dejar volar los pensamientos. A lo mejor no surge un nuevo modelo revolucionario sobre el mundo, pero le ofrece el espacio suficiente para desplegar la imaginación gracias a su amplia mesa de madera de Janua con sillas de Freifrau. Por cierto: ¿Sabía que hay un cráter en la luna que lleva el nombre del astrónomo?  Las lámparas suspendidas “Moon” de Graypants nos recuerdan a esta nuestra luna.

Una cama con cabecero azul noche. Detrás, un gran planeta abstracto que resalta sobre un horizonte dorado brillante: no hay duda de que estos son los requisitos estrella para dormir como si estuviera en las nubes y para levantarse por la mañana como un cohete que le lleve a donde quiera.

Pruébelo y experimente auténticos momentos estelares en el Motel One Núremberg-Plärrer: le reservamos un hueco en la cápsula espacial.