Su Hotel en Varsovia

Desde 1596, Varsovia es la capital de Polonia y como tal ha sufrido algunas épocas turbulentas y experimentado profundos cambios. La rica historia de esta ciudad se aprecia claramente en su variada arquitectura. Desde iglesias góticas a modernos rascacielos, pasando por bloques de viviendas de la época soviética y palacios clasicistas: "Warszawa" es una metrópolis muy diversa, que combina perfectamente tradición y modernidad, a partir de lo cual se ha forjado un carácter único.

A tan solo un paseo de nuestro hotel se encuentra el emblema de la ciudad. Con sus 237 metros, es imposible no verlo: el Palacio de la Cultura y la Ciencia, Pałac Kultury i Nauki, o, de forma abreviada, PKiN, recibe a los visitantes directamente en la estación central, en el centro de la ciudad. Este edificio se construyó en los años 50 por orden del gobierno soviético. En su época fue el segundo edificio más alto de Europa. Hoy en díaalberga, entre otros, algunos cines, teatros y una piscina. Además, en el piso 30 se encuentran un mirador y un restaurante con vista panorámica. Desde allí puede ir al Museo del Alzamiento de Varsovia y al Museo Nacional, a pie o cómodamente en tranvía. Por regla general, la ciudad de Varsovia se puede recorrer muy bien con transporte público. Cuenta con una amplia red de líneas de metro, autobús y tranvía que conectan la ciudad en todas las direcciones. 

El casco antiguo de Varsovia es una visita obligada. Tras su destrucción durante la Segunda Guerra Mundial, fue reconstruido al detalle. Actualmente es Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. En su centro se encuentra la plaza del mercado, con muchas cafeterías y restaurantes en los que podrá reponer fuerzas con las especialidades típicas de Polonia, como la Barczcz, una sopa de remolacha, o los pierogi, una pasta rellena. Y a quien le apetezca, por supuesto debe probar el vodka, la bebida nacional por excelencia: ¡Na zdrowie!

Aquí también se encuentra la estatua de la Syrenka, la sirena, el símbolo de la ciudad, cuya figura también se encuentra en el escudo de Varsovia, y sobre la que existen muchas leyendas. Según dicen, esta protegió a los habitantes del asentamiento que más tarde se convertiría en la capital, como muestra de agradecimiento a un pescador que la salvó.
En este barrio se encuentran también la Catedral de San Juan, la iglesia más antigua de la ciudad, y el Palacio Real de Varsovia, lugar de residencia de los reyes polacos hasta el s. XVIII. Desde el extremo sur de la plaza del palacio puede recorrer la Ruta Real, uno de los paseos más largos del mundo. Esta le llevará desde el Palacio Real en dirección hacia el sur hasta las residencias reales de verano, entre las cuales destaca el palacio Wilanów, situado a 10 km de distancia. Este espléndido paseo está repleto de monumentos: desde la iglesia de Santa Ana hasta la Universidad de Varsovia, pasando por el Palacio Presidencial. Si continúa paseando, llegará automáticamente al Nowy Świat, el célebre paseo de Varsovia. Con sus numerosas tiendas, cafeterías, etc., la calle del "Nuevo Mundo" invita a hacer compras a discreción.

Al norte, el casco antiguo limita directamente con la parte nueva de la ciudad, que se originó a finales del siglo XIV. A través de la barbacana, una puerta de la antigua muralla que rodea el centro histórico, llegará a la denominada Nowe Miasto (ciudad nueva), que le espera con algunas bonitas iglesias y con el Palacio Raczynski, del s. XVIII. Este barrio lo cruza la Ulica Freta, una calle tranquila cuyos restaurantes son ideales para contemplar la vida de sus habitantes. En el parque Traugutta, rodeado de verde, podrá descansar de tantos monumentos.

En la orilla este del Vístula, justo enfrente del casco antiguo, se encuentra Praga, el barrio de moda. Puede llegar cómodamente en tranvía, pasando por encima del puente Śląsko-Dąbrowski. Este barrio, que antiguamente era una ciudad independiente, forma parte de la capital desde 1791. Esta zona tiene una influencia occidental considerablemente menor y es más genuina, puesto que este antiguo barrio de trabajadores resultó menos dañado durante la Segunda Guerra Mundial. Por ello, en sus pintorescos rincones se grabaron películas de Hollywood como "El pianista". Hoy en día, en este barrio los artistas y creativos varsovianos dan rienda suelta a su creatividad y el colorido arte urbano adorna los edificios antiguos que sufren el paso del tiempo. Las modernas galerías y bares invitan a entrar. También hay restaurantes pequeños y acogedores que sirven la sabrosa cocina polaca o comida vegana, y museos extraordinarios dedicados a la fabricación de vodka o a los carteles publicitarios de neón. Y no se olvide: en el barrio de Praga también se encuentran el Zoo de Varsovia con la casa Żabiński y la playa del Vístula, considerada una de las playas urbanas más bonitas de Europa. Así que aquellos que quieran ver un lado diferente de Varsovia, no pueden perderse una excursión a la otra orilla.

Chopin: un clásico con nuevo brillo

Que tomara el sol alguna vez en la playa de Varsovia no está muy claro, pero lo que sí es seguro es que Frédéric Chopin es uno de los hijos más célebres de la ciudad. Nació en 1810 en Żelazowa Wola, en el que en aquella época era el Ducado de Varsovia, y pasó los primeros 20 años de su vida en una mansión cerca de la universidad, antes de mudarse a París. Aquí recibió su educación musical, compuso sus primeras piezas y, como niño prodigio del piano, fue la atracción en los palacios de las familias de príncipes de mayor prestigio. Hoy en día, este gran compositor sigue omnipresente. Tan solo con el aeropuerto Chopin, la ciudad ya le ha consagrado un monumento. También se le ha dedicado el Museo Chopin, que se encuentra justo enfrente de nuestro hotel económico, y el monumento a Chopin del Parque Łazienki. En los meses de verano, la música está literalmente en el aire, ya que se realizan conciertos con las obras de Chopin. De lo que no hay ninguna duda es de que los varsovianos aman a Chopin y Chopin amaba Varsovia. Tanto la amaba que, por su propio deseo, su corazón regresó a su patria tras su muerte. Actualmente descansa en la Iglesia de la Santa Cruz, en la Ruta Real. Este virtuoso de la música ha sido también la inspiración del diseño de nuestro hotel. En el interior del lounge y en las habitaciones, la música clásica aporta la nota de estilo. Así que si busca un alojamiento especial a un precio económico en una ubicación ideal, con nuestro Motel One acertará. ¡Quizás muy pronto su corazón también se quede en Varsovia! ¡Nuestro hotel está deseando recibirle!